En un mundo donde los valores familiares enfrentan constantes desafíos, la familia Gonzáles Miralda se alza como un testimonio vivo de perseverancia, fe y amor conyugal. Santos Isidro Gonzales Erazo y Mirna Francisca Miralda Bueso han caminado juntos durante 37 años bajo la gracia del Sacramento del Matrimonio, siendo miembros activos del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) desde hace 36 años.
Familia
Fruto de su unión nacieron tres hijas: Daniela Getsabé, Sandra y Cheyda, quienes a su vez les han regalado la dicha de ser abuelos de cinco nietos. Pero más allá de los números, su historia es una escuela de vida cristiana. “El Movimiento Familiar Cristiano para nosotros siempre ha sido una escuela. Hemos tenido altos y bajos, pero encarnándonos en la fe hemos madurado. Seguimos sirviendo, agradecidos con el Señor por su grandeza en nuestra vida. Formamos a nuestras hijas en la fe, desde pequeñas en las bancas de la Iglesia. Hoy, cada una en su espacio, busca también esa estabilidad familiar guiada por Dios”, comparten Isidro y Mirna con gratitud. Durante su caminar, han aprendido a ser verdaderamente esposos: a escucharse, a compartir experiencias, a pedir consejo y a dejarse guiar por la Palabra. Su hogar ha sido un espacio de crecimiento espiritual, no solo para ellos, sino también para otras parejas a quienes han acompañado como asesores.
Testimonio
Su compromiso con el MFC ha sido ejemplar: han servido como presidentes parroquiales y han ocupado la vicepresidencia a nivel nacional en tres ocasiones. Su testimonio ha inspirado a muchas familias a redescubrir la belleza del matrimonio como vocación y camino de santidad. La familia Gonzáles Miralda es un faro de esperanza para la Iglesia doméstica, recordándonos que cuando el amor se fundamenta en Dios, ninguna tormenta es capaz de destruir lo que Él ha unido.
“El matrimonio no es un ideal inalcanzable, sino el modelo concreto del amor entre el hombre y la mujer”
León XIV
Papa
