Este día, mandatarios y personalidades de todo el mundo se reunieron en la Abadía de Westminster para dar el último adiós a quien en vida fue la monarca más longeva de toda la historia del Reino Unido: Isabel II.
En el acto solemne, el ataúd fue acompañado por sus hijos y nietos, mandatarios y demás figuras públicas de todo el mundo. Durante el funeral de estado llevado a cabo en la Abadía de Westminster, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, destacó la labor incesante de la fallecida monarca hacia su pueblo, expresando que "aquellos que sirven serán amados y recordados, mientras que quienes se aferran al poder y los privilegios son olvidados".
El funeral fue seguido por un cortejo donde familiares, miembros de la marina y el ejército acompañaron al féretro en una procesión hacia el castillo de Windsor, donde se le dará sepultura. Específicamente, el cuerpo será enterrado en el Memorial Jorge VI, anexo dentro del castillo donde ya reposan los restos de sus padres y su hermana Margarita. Asimismo, los restos de su esposo, el príncipe Felipe, serán trasladados aquí desde la cripta real donde actualmente yacen.
Miles de personas pudieron presenciar el cortejo y brindar sus últimos pensamientos hacia una soberana cuyo reinado parecía eterno, pero que ahora descansa en paz, reunida con sus padres y esposo.
